Este verano he pasado las vacaciones en Jaca. Aunque mi época universitaria la pasé en Zaragoza he descubierto sitios preciosos y he recordado lo especiales que son los aragoneses, destacando lo buenas personas que son y su simpatía.
Cuando volví una amiga, que también pasa las vacaciones por la zona, me contó que habían abandonado a 4 cachorros en un basurero subterráneo. Me invadió una tristeza pensando en esos bebés que lo único que necesitaban era el calor de su madre y alguien había decidido negarles el derecho a la vida, puesto que el objetivo de meterlos en un basurero subterráneo era claro. De hecho, casi lo consiguió, de los 4 bebés murieron 2.
Después de contaros la parte triste de la historia y siendo consciente de que gente mala hay en todas partes y espero que el sinvergüenza que hizo esto no pueda ir por el pueblo con la cabeza levantada. Lo curioso es que precisamente fue el pueblo el que evitó una tragedia mayor puesto que alguien escuchó el llanto de los bebés y se movilizaron todos para rescatarlos. Me emociona pensar en ese momento en el que todos se ponen de acuerdo para hacer lo que sea y sacarlos de ahí. Eran 4 bebés que ni siquiera habían abierto los ojos y ya los habían tratado como basura.
De esta historia, igual que la de mi Luna, siempre pienso que por muy mal que empezaron su vida han tenido suerte. Ahora mismo hay gente que los están cuidando día y noche, además les están dando el calor y el cariño que alguien les quería negar. La pareja de mi amiga está dispuesta a adoptar a uno de los bebés pero estoy segura de que nunca les faltará el amor porque siempre serán los canhijos del pueblo que los salvaron.
Me gustaría aprovechar esta historia para recordar lo que exige tener un perro: responsabilidad. Son seres vivientes y sintientes, sufren con el abandono, sufren cuando tienen camadas continuamente, sufren cuando enferman y sufren cuando no cubrimos sus necesidades.
Resumiendo, y cualquiera que tiene un perro en buenas condiciones lo sabe, lo que necesitan es cariño, ejercicio, buena alimentación y cuidados. Para cubrir las 2 primeras hace falta tiempo y para las 2 últimas dinero, por eso tenemos que ser honestos y pensar muy bien si podemos hacernos cargo de un perro.
¡NO AL ABANDONO!
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